¿Es realmente saludable tu proteína?
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Con tantas opciones en el mercado, es fácil caer en la trampa del empaque bonito o las promesas exageradas. Pero si realmente te importa tu bienestar, hay 5 preguntas que deberías hacerte antes de comprar cualquier proteína.
En este artículo, te compartimos cómo identificar una fórmula que no solo aporte gramos, sino que también cuide tu cuerpo desde adentro.
¿Por qué importa lo que contiene tu proteína?
La proteína es mucho más que un suplemento para atletas. Hoy se ha convertido en un recurso clave para:
- Recuperarte mejor
- Preservar masa muscular
- Sentirte con energía sostenida
- Cuidar tu digestión y bienestar general
Pero no todas las fórmulas cumplen con este propósito. Algunas solo llenan, otras sí nutren.
5 preguntas clave que deberías hacerte
1. ¿Qué tipo de proteína contiene?
- Idealmente debe ser una mezcla filtrada de alta biodisponibilidad (como WPC + WPI).
2. ¿Tiene azúcar o rellenos ocultos?
- Evita fórmulas con jarabe de maíz, maltodextrina o saborizantes artificiales.
3. ¿Incluye ingredientes funcionales?
- Busca beneficios reales: glutatión, colágeno, fibra, antioxidantes naturales.
4. ¿Qué más aporta además de proteína?
- Si solo tiene proteína, te pierdes del potencial de una fórmula integral.
5. ¿Su fórmula respeta tu cuerpo?
- ¿Es fácil de digerir? ¿Te cae bien? ¿Te ayuda a sentirte mejor?
¿Dónde entra G vive ON en esta conversación?
G vive ON es una proteína funcional, diseñada para personas que buscan rendimiento con conciencia.
✔️ 25 g de proteína premium (WPC + WPI + MPI)
✔️ 300 mg de glutatión por porción
✔️ Colágeno hidrolizado
✔️ Fibra dietética
✔️ 0% azúcar, 0% grasa
Su objetivo: ser más que proteína. Ser parte de tu rutina de bienestar integral.
La próxima vez que veas una proteína en el anaquel, no te quedes con lo primero que promete. Haz estas 5 preguntas, revisa su fórmula, y decide si de verdad está hecha para cuidarte... o solo para venderte.
Nutre con inteligencia, no por costumbre.
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Este producto no es un medicamento. No está destinado a diagnosticar, tratar, curar ni prevenir ninguna enfermedad. Su consumo es responsabilidad de quien lo recomienda y de quien lo usa. Consulte a su médico si tiene alguna condición médica.
