
¿Cómo leer una etiqueta de proteína funcional?
Share
¿Sabías que muchas proteínas en el mercado prometen salud, pero sus ingredientes dicen otra cosa?
Aprender a leer la etiqueta de una proteína es un acto de conciencia y autocuidado. Porque lo que eliges para nutrirte no solo afecta tu cuerpo… también tu energía, tu digestión y tu bienestar celular.
Aquí te enseñamos qué sí buscar, qué evitar y cómo tomar decisiones más inteligentes en tu próxima compra.
¿Qué debe tener una proteína funcional real?
✔️ Proteína de alta calidad (WPC, WPI o una mezcla funcional)
✔️ Aporte claro: al menos 20–25 g de proteína por porción
✔️ Ingredientes funcionales adicionales como colágeno, fibra o antioxidantes naturales
✔️ Sin azúcar añadida
✔️ Libre de rellenos como maltodextrina, jarabe de maíz o colorantes artificiales
✔️ Digestión ligera y sin efectos secundarios
Ingredientes que deberían encender tus alertas
-Maltodextrina como segundo o tercer ingrediente
-Jarabe de maíz alto en fructosa
-Sabores artificiales o nombres que no puedes pronunciar
-Aportes muy bajos de proteína o exceso de carbohidratos por porción
-Mezclas sin transparencia: 'blend patentada' sin detallar cantidades
¿Dónde entra G vive ON?
G vive ON es una fórmula clara, honesta y funcional:
✔️ 25 g de proteína limpia (WPC + WPI + MPI)
✔️ 300 mg de glutatión
✔️ Colágeno hidrolizado + fibra dietética
✔️ 0% azúcar, 0% grasa
✔️ Sin rellenos, sin colorantes, sin exageraciones
Una etiqueta que puedes leer… y entender. Porque tu bienestar merece transparencia.
Leer una etiqueta no es desconfiar, es elegir con conciencia.
La próxima vez que compres proteína, recuerda: no todo lo que parece saludable lo es. La fórmula importa. Los ingredientes importan. Tú importas.